Pedro Friedeberg 

Pedro Friedeberg (Florencia, Italia, 1936) es uno de los artistas más singulares, imaginativos y reconocibles del arte mexicano moderno y contemporáneo. Aunque nació en Italia, llegó a México en su infancia y aquí desarrolló una obra que se ha convertido en ícono de la contracultura y el surrealismo mexicano. Su vitalidad creativa es inconfundible; concentra una erudición y barroquismo atemporales, los influjos del arte moderno, simbolismos ocultos y referencias que van desde el arte precolombino hasta el op art, desde la arquitectura fantástica hasta el esoterismo.

Arquitecto de formación, Friedeberg encontró en el arte un territorio más libre para desplegar su desbordante imaginación. Su trabajo abarca la pintura, el dibujo, el grabado, la escultura, la arquitectura conceptual y el diseño de objetos, siendo quizás su creación más célebre la icónica "Silla Mano" (1962), una escultura funcional que se ha convertido en símbolo del diseño mexicano en el mundo y que forma parte de colecciones de museos internacionales.

A lo largo de más de seis décadas, Friedeberg ha mantenido una posición única en el panorama artístico. Rebelde, inclasificable, ajeno a modas y movimientos, su obra se caracteriza por una obsesión con la repetición, la simetría y el detalle minucioso, donde el pasado convive con el presente. Sus composiciones, lúdicas y eruditas, decorativas y filosóficas, accesibles y herméticas, están pobladas de ojos, manos, espirales, mariposas, columnas, escaleras imposibles y arquitecturas visionarias. Cada pieza es un universo en sí mismo, un microcosmos donde conviven el humor, la ironía, la crítica social y una profunda reflexión sobre la percepción, el espacio y los límites de la representación. Friedeberg no es solo un artista visual, sino también un personaje excéntrico cuya presencia y discurso forman parte integral de su obra, convirtiendo su propia existencia en una extensión viva de su imaginario creativo.