Enrique Pichardo
La obra de Enrique P. se remonta a los proemios de la pintura, a aquellas primeras nociones del acto de pintar en sí mismo. Por ende, el lenguaje visual del artista nos habla desde el expresionismo naif que se compone de lo consciente, aquello que se apega a la realidad o la imaginación, lo preconsciente, que representa signos abstractos y lo inconsciente, que hace referencia a las fuerzas simbólicas, a los impulsos psíquicos, tempranos y a las concepciones remotas del ser humano. Por ello, Imaginario encarna lo que antecede a lo real y a lo ficticio de forma universal, es decir, trata sobre lo que subyace en lo inconsciente.
Para acceder a ese estado puro de la consciencia es necesario interpretar sus cuadros como un psicoanálisis de la pintura misma, y de tal modo, simpatizar con el esplendor y el goce del Ello artístico que regresa a la más antigua infancia y no para de crear y de dibujar plasmando siempre la verdad. Esa es justamente la propuesta estética de Enrique Pichardo, rescatar y sacar a la luz lo verdadero que se encuentra distante del mundo consciente. Por lo tanto, Imaginario es el eterno retorno, así como el punto de partida y de llegada, de nuestro yo pulsional y libidinal.
-Adriana Cantoral